lunes, 4 de febrero de 2013

El cielo



Siempre nos hemos preguntado qué será de nosotras después de la muerte y tengo que admitir que soy más soñadora que ella pero no es ningún don del que me pueda enorgullecer. Solo sé que está ahí para hacerme aterrizar. Todos necesitamos tener a alguien así, de vez en cuando.

-He vivido toda mi vida teniendo a Dios en todo. Que si quieres saber discernir entre lo que es bueno para ti y lo que es mejor, solo debes pedírselo a  Él. Siempre lo he hecho y no me quejo, porque he sentido que ha estado conmigo. No me digas que te explique cómo, solo sé que lo está.



-Ya que mencionas a Dios ¿nunca te has preguntado cómo será el cielo? ¿Existirá en realidad? Pensar que hay alguien por sobre todas las cosas me da mucho miedo y es inevitable no pensar en que...
- Se supone que todo será felicidad. No habrá distinciones, no habrá sed ni hambre. No habrá sexo... Jajajaja...
-¡Hablo en serio!... 
-¡Yo también!
-Ok. Es difícil no pensar en ello. Solo mira el cielo y fíjate la cantidad de estrellas que están arriba. Dicen que esas son las que murieron hace años luz pero recién las podemos ver. Podríamos ser como ellas.

Mientras, echadas en su azotea, observamos el universo encima nuestro. Raro pero cierto. Lima tenía un cielo muy lindo. O sería que nunca me había detenido a ver mi vida así.

-Estamos acostumbradas a vivir en ciclos. Nacemos, crecemos, entramos a la universidad, salimos de ella, conseguimos una beca y viajamos, si tenemos algo de suerte; obtenemos el mejor trabajo del mundo. Nos casamos, tenemos hijos, los vemos crecer y realizar mejor o igual lo mismo que nosotros, nos hacemos viejos y morimos. 
-Si existe la eternidad... Nada de eso pasará porque seguiremos vivos por muchos años más. Pero no estamos preparados para vivir por siempre porque vemos morir a las personas que amamos y vemos nacer a las que pronto amaremos...

Me entró un aire frío en todo el cuerpo y esa noche no pude dormir pensando en todo lo que hablamos. Si era cierto todo eso, muchas cosas serían en vano y sino, también.

Son ese tipo de consultas existenciales que solemos hacernos para saber si aún vivimos. Si estamos haciéndolo todo bien , si estamos viviendo o solo sobreviviendo. Si estamos amando o solo dejándonos amar. Si estamos pensando o les dejamos a otros que piensen por nosotros. Y, si estamos actuando o solo somos un títere de nuestro destino.

La llamé porque el sueño no se me pegaba y a ella menos. Regresaban esos pensamientos de soledad. Tenía una hermosa y gran familia, sentía que le faltaba algo por lo que tantos años había estado esperando pero que aún Dios no lo permitía o, quizá ya lo había hecho y, ella había desperdiciado la oportunidad. 

-No es inseguridad, es temor y es distinto-. Me decía.

Ella, que le temía a todo, había descubierto que solo alguien mitigaba su naturaleza. No  entendía de razones y nadie podía ponerse en su contra cuando eso pasaba. Decidí mantenerme a su lado porque sabía que aún me necesitaba.



Aquí, la canción más hermosa del mundo.

No hay comentarios: