[...] Fue por tener sometido el corazón al amor
que me sumergí en los pozos,
en el calor vivo de las emociones
sin haberme privado de alegrías
ni siquiera contado mentiras
Y fue justamente por haber amado
que me sumergí en los pozos,
en el calor vivo de las emociones
sin haberme privado de alegrías
ni siquiera contado mentiras
Y fue justamente por haber amado
que calmé el dolor y la soledad
y renací a una niñez eterna.
Luiz Alberto Machado, poeta brasileño.
-¿Si no es para ti por qué seguir intentándolo? Pero ¿Cómo saber si no es para ti?.
Había pasado casi un año desde esa primera vez que lo vio y Fabiana no podía quitar de su cabeza ciertas dudas. Seguí recordando esa salida por el centro comercial, cuando tuvo que mentir a sus papás con que tenía una clase, pero justo ese día, al profesor se le ocurrió faltar. El universo había confabulado para que ese día se vieran.