sábado, 2 de marzo de 2013

El amor no es para sabios

[...] Si él estuviera en mi lugar y yo en el suyo, aunque le odiara con un odio que convirtiera mi vida en hiel, nunca hubiera levantado la mano contra él. [...] nunca le hubiera echado de su compañía, mientras ella la deseara. En el momento en que el afecto desapareciera, yo le hubiera arrancado el corazón y bebido su sangre. Pero hasta entonces [...] me hubiera dejado morir a pedazos antes de tocar un solo pelo de su cabeza." 

(Cumbres Borrascosas, Emily Brönte) 





Los Auténticos Decadentes de fondo y ella pensando en lo que había hecho hasta el momento con su vida., recapitulando uno y cada uno de sus últimos acontecimientos de la semana. Su gran error era razonarlo todo, por lo menos eso creía yo.