domingo, 11 de octubre de 2015

A Natalí

Hace varios meses que no me atrevo a publicar muchas de mis historias que aún  permanecen en borradores, pero esta es la excepción.

Aunque se lea raro o poco real, es extremadamente alucinante como algunas - y contadas - personas que logras conocer por una red social puede llegar a formar parte de tu vida, inclusive si nunca la conociste. Como mi amiga Natalí a quién dedico este obituario.

Exactamente no recuerdo como la conocí, sólo sé que todo empezó en Twitter; de cuando yo era aún estudiante y permanecía gran parte del tiempo tuiteando con personas desconocidas, de cuando Twitter era un espacio poco comercial demasiado genial para escribir lo que se te daba la gana - ahora ya no es tanto así. Pero en ese mundo estaba una pequeña de 15 años quien vivía muy cerca de mi casa. 

Empezamos a intercambiar algunos tuits sobre temas del día en general y poco a poco empezamos a ser amigas sobretodo porque le hacía recordar mucho a mis hermanas menores. Yo soy la quinta hija de nueve hermanos y crecí como la hermana mayor pues nací luego de 11 años y cuando empecé a crecer los mayores ya habían salido de casa. Así que suelo tener cierta actitud maternal hacia personas que tengan la edad de mis hermanos. 

En fin. Esa amistad iba creciendo aún más porque ella me admiraba sin conocerme y aunque a esa edad admiras a cualquier estudiante universitario; ella lo hacía porque quería estudiar Periodismo y yo hacia las veces de su Sensini como en Llamadas Telefónicas de Roberto Bolaños (recomendadísimo para todo principiante escritor) porque en ese entonces era mi pasión aunque ahora haya dejado este talento de lado para dedicarme a la publicidad. Pero esa es otra historia. 

Luego de enterarme que había ingresado a la universidad la relación de amistad era más lejana pero ya nos teníamos en Facebook como amigas y cada quién estaba más o menos al tanto de lo que hacia o decía la una de la otra en algún comentario de fotos o publicaciones. 

Era una gran admiradora de los Red Hot Chilli Peppers y lo fue todo en su vida cuando fue a su concierto. Esa pequeña era toda una rocker. 

Me pone triste saber que nunca la conocí en persona. Siempre planeábamos ir a comer un helado en San Felipe incluso nos mensajeábamos (antes del whatsapp) pero cada quién tenía sus propios inconvenientes. No sé si así debieron darse las cosas pero sé que aún tenía pendiente con ella ese helado y ahora que sé que no estará para probarlo al menos sé que mis oraciones podrán llegar a su familia y a ella en donde esté. Y sé que existe un cielo y un Dios que no podía esperar más para tenerla con ella y su madre. 

Leer algunos de los cientos de mensajes en su muro de Facebook me hizo recordar que, aunque no lo creas, a tus 20 años puedes  formar parte de la vida de personas que quizás nunca conociste pero se acuerdan de ti no por posería sino porque marcaste alguna parte de sus vidas. Y así fuiste tú mi pequeña y bonita Natalí. 

Pd. Leí todas nuestras conversaciones en Facebook para recordarte un poquito más pequeña. Adiós. 

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